Lo errores ortográficos o de gramática puede
costarle ese puesto que tanto anhela. Según un estudio de 500 currículos de
profesionales peruanos se pone de evidencia que el 87% contiene errores
flagrantes. Revise estos consejos para mejorar su presentación.
Cuando se trata de buscar trabajo, la
entrevista personal es el momento decisivo pero no se le puede restar
importancia a la elaboración de un buen currículo. Sin él, lo más probable es
que nunca tengamos la oportunidad de demostrar cara a cara cuánto valemos ante
nuestro potencial empleador.
Un estudio realizado por la consultora en
recursos humanos ER Ronald, sobre la base de 500 CVs de profesionales peruanos
con MBA, arrojó que el 87% de los documentos biográficos estaban mal escritos.
Entre las faltas más frecuentes se encontró
la presencia de conjugaciones verbales inconsistentes (errores de concordancia
gramatical, en un 19% de los casos), faltas de ortografía o gramática (9%) y
uso de lenguaje inadecuado (8%). Palabras inexistentes en el castellano como
“aperturar” (en lugar de “abrir”), abuso de gerundios mal utilizados y
expresiones rebuscadas como “con posterioridad” son frecuentes y arruinan el
efecto de profesionalismo y pulcritud que se espera de un alto ejecutivo.
La letra con sangre entra. “Como te ven es
como te tratan”, recalca Ernesto Rubio, socio y gerente general de ER Ronald. Y
lo primero que suelen ver los potenciales empleadores de un candidato es justamente
su CV, ya sea en versión física o a través de LinkedIn, la red social que cada
vez gana más terreno. “El razonamiento del empleador es: ‘si este señor escribe
bien, entonces debe ser inteligente. Lo voy a llamar’”, explica Rubio.
No es
un requerimiento antojado, si se toma en cuenta que las habilidades
comunicativas de un colaborador cada vez son más importantes.
CONSEJOS IMPORTANTES
Otros errores son más bien de contenido. El
empleador apenas dedica en promedio 30 segundos a revisar cada CV, por lo que
causar una primera impresión poderosa es decisivo.
Esto se debe lograr en el primer párrafo, que
contiene el resumen de la hoja de vida del postulante. El resto del CV se debe
concentrar en los logros, y estos deben ser cuantificables. Hay que aportar
cifras que se puedan verificar, siempre que sea posible. Y recuerde que la
experiencia pesa más que la formación profesional. Esta se debe consignar, pero
sólo cuando esté relacionada con el puesto a la que se postula.
El estilo debe ser sobrio, conciso, pero con
calidad informativa. “Hay un arte en escribir poco e impresionar”. El CV puede
escribirse en primera o tercera persona, y una vez elegida una opción, esta
debe mantenerse de principio a fin. La primera es especialmente recomendable
para los puestos de ventas o comerciales.
Dos cosas más que se deben evitar: la mentira
y la exageración. Ambos son detectables con más frecuencia de lo que usted cree
y acabarán de plano con sus posibilidades de seguir avanzando en el proceso de
selección. Con todo esto en mente, actualice su CV y su perfil de LinkedIn con
frecuencia y esté atento a las oportunidades. Tenga presente que el CV será su
carta de presentación para ese puesto que tanto anhela.
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